sábado, 27 de febrero de 2010

los misterios de la cristalización

Los misterios de la cristalización
Juan Manuel García abre el 'ciclo Consolider'
Lourdes Pérez, Parque de las Ciencias de Granada, SINC. Joyas tan exclusivas como los diamantes o los rubíes y cosas tan cotidianas como el sabor del chocolate, la permanencia de un rimmel o la intensidad de un lápiz de labios dependen de un mismo proceso: la cristalización. Y es que los cristales están presentes en todos los ámbitos de la vida cotidiana e incluso en el mismo cuerpo humano en partes como los huesos o los dientes. Estos son algunos de los secretos que el profesor de investigación del CSIC, Juan Manuel García Ruiz, desveló en el Parque de las Ciencias dentro de la conferencia El maravilloso mundo de los cristales, organizada por el programa Consolider del MICINN.
Juan Manuel García Ruíz ha sido el encargado de inaugurar el ciclo nacional de divulgación ‘Lo que la ciencia puede hacer por nosotros’ organizado por el programa de alto nivel de investigación Consolider-Ingenio 2010. El Director General de Investigación y Gestión del Plan I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innovación, José Manuel Fernández de Labastida, ha presentado a García Ruiz, el primer ponente del ciclo, responsable del Proyecto Consolider La Factoría Española de la Cristalización y uno de los científicos más relevantes del país, además de un reconocido divulgador con una amplia trayectoria en la difusión de la ciencia.
Durante su intervención, Fernández de Labastida ha explicado que el programa Consolider nació en 2006 con el objetivo de “impulsar un cambio en la actividad investigadora española y lograr cotas de liderazgo mundial”. Para ello, el Ministerio de Ciencia e Innovación respalda a grupos de investigación consolidados a través de esye programa para que sigan trabajando en proyectos de alto nivel científico. Según ha adelantado el Director General de Investigación y Gestión del Plan I+D+i en 2010 ya forman parte de Consolider “75 proyectos que han obtenido una financiación total de 350 millones de euros”.
En estos proyectos, de forma paralela a la actividad investigadora, los científicos tienen que desarrollar una línea de divulgación de sus trabajos y “es en este campo en el que los museos de ciencia como el Parque de las Ciencias están jugando un papel clave en el fomento de la cultura científica y en el incremento del interés social por la ciencia. Es por ello por lo que el ciclo de conferencias del programa se organiza de la mano de los principales centros de divulgación científica españoles”, ha afirmado de Labastida.
El maravilloso mundo de los cristales
Acercar la cristalografía a todos los públicos, demostrar que investigar en este ámbito puede ser una actividad apasionante y divertida y exponer cómo los cristales están en todos los ámbitos de la vida cotidiana han sido los ejes de la conferencia. En ella, los asistentes han tenido la oportunidad de conocer que la calidad del chocolote depende de la cristalización de los ácidos grasos o que la calidad de la mayoría de los cosméticos está en la forma y tamaño de los cristales que los componen. También han aprendido que estos están en la base de alimentos que consumimos a diario como el azúcar o la sal y tienen aplicaciones ilimitadas en el ámbito de la salud. En este sentido, el profesor de investigación ha explicado como los fármacos también dependen de la cristalización: “Para desarrollar fármacos diana, cada vez más efectivos, los investigadores trabajan en la cocristalización de la proteína implicada en la enfermedad y el principio activo. Los cristales son también la única forma de tener una huella, un ‘carnet de identidad’ del fármaco”.
Además, en su discurso ha explicado otros hechos tan interesantes como por qué se denominan actualmente como cristales lo que en realidad son vidrios. Para ver el origen de esta “confusión terminológica” hay que remontarse a los últimos años del S I y a la ciudad romana de Segobria, emplazada en Cuenca. En esta ciudad se producían los mejores cristales de Hispania. Estos cristales transparentes eran de yeso y cubrieron muchas ventanas y construcciones del imperio hasta que, a finales del Siglo I, los romanos descubrieron el vidrio plano. Este no sólo sustituyó al cristal de yeso, acabando con el comercio y con la ciudad de Segobria, sino que también “robó” el nombre a los cristales.
La conferencia se ha completado con la proyección del trailer del documental ‘El misterio de los cristales gigantes’ dirigido por Javier Trueba y en el que se muestra la belleza de grandes cristales ubicados en distintos puntos del mundo y sobre los que ha investigado García Ruiz. Entre ellos, destacan los Cristales Gigantes de Naica, un espectacular ejemplo de armonía cristalina oculto en una montaña minera en el desierto mexicano de Chihuahua.
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Juan Manuel García Ruiz es profesor de investigación del CSIC del Laboratorio de Estudios Cristalográficos (LEC) de Granada (España). En 2005 recibió el Premio Maimónides concedido por la Junta de Andalucía por sus aportaciones al campo de la Cristalografía.
Su principal campo de estudio es el de los fenómenos de autoorganización en estructuras biológicas y geológicas. Ha logrado formar cristales biomorfos en condiciones inorgánicas, cuestionando el origen biológico de los que son considerados como los fósiles más antiguos de nuestro planeta, afectando a los modelos existentes sobre el origen de la vida. Es un experto internacional en cristalización de fármacos y proteínas, incluyendo la cristalización en el espacio. En este campo tiene varias patentes como el “Reactor de cristalización Granada” que ha sido adquirido por la Agencia espacial Japonesa JAXA y por la Agencia espacial Europea (ESA).
Experto en cristalografía y en sus aplicaciones a diversos campos, es autor de más de 150 publicaciones científicas en revistas tan prestigiosas como Nature, Science o Geology y acostumbra a escribir artículos de divulgación científica en los principales periódicos españoles. Miembro de la Real Sociedad Española de Historia Natural, de la Real Sociedad Española de Física y Química y de la Academia de Ciencias de Nueva York. Es Director del Laboratorio de Estudios Cristalográficos CSIC (Granada).